sábado, 26 de diciembre de 2015

Como



La educación de hoy va dirigida mayoritariamente al desarrollo cognitivo de los pequeños, creyendo que cuanto antes aprendan todo, mucho mejor. Con esto estamos descuidando a la personita  que se está formando y que para ello necesita disfrutar de su infancia, de la oportunidad de movimiento y de un espacio natural para su desarrollo.
La infancia es corta y tienen mucho tiempo por delante para aprender a escribir, a leer, cuando entiendan lo que leen, y lo más importante, cuando tengan ganas y curiosidad de hacerlo, sin presiones.

El aprendizaje más natural en los primeros años de vida es la imitación. Participando en actividades cotidianas el niño vive experiencias llenas de significado, puede imitarlas primero y más tarde comprenderlas, de este modo se despierta en él la inteligencia y la comprensión a través del vivir y del hacer.

Por ello en “La Llar de Marta” prima el juego libre, la posibilidad de movimiento y las experiencias vivenciales, siendo mi labor como educadora el acompañamiento, respetando el quehacer de los pequeños, a través de actividades amorosas y ejemplos dignos de imitar.


El juego libre le permite aprender a su manera, sin que se le empuje hacia una intelectualización prematura, sino ligando su vivencia con lo que su propia fantasía le sugiere.



disfrutando de un día de lluvia y barro
(Biel, Pau y Nehuén, 4años)

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